Uno de los sentidos que más se deteriora en el transcurrir del tiempo es el de la audición y para nosotros es algo normal asociar las pérdidas auditivas con personas de mayor edad. Sin embargo, lo que muchos no sabemos es que las personas empezamos este proceso de deterioro a partir de los 20 años. Esta pérdida de audición natural recibe el nombre de presbiacusia y aunque, como hemos dicho, empieza a una edad temprana, no es hasta llegados a la década de los 50 cuando la notamos realmente.
Esto es así porque lo que ocurre no es que dejemos de oír sino que se pierde la capacidad de detectar las frecuencias agudas. De esta manera, oyen pero no entienden bien lo que se les dice así que el interlocutor tiene que estar repitiendo continuamente lo que dice para que el afectado comprenda el mensaje.
Esta pérdida de audición puede acentuarse y hasta adelantarse en la edad por culpa de la exposición a ruidos de alta intensidad. La voz de alarma la han hecho saltar los especialistas en la materia en cuanto al futuro auditivo de los jóvenes de hoy en día. La moda de escuchar música a todo trapo, la facilidad tecnológica para llevar conectados los auriculares a un mp3, una tableta o un Smartphone, o la frecuencia con la que se visitan discotecas y bares con el volumen musical hasta las nubes, está resultando perjudicial para los oídos de la gente joven.
Un ejemplo claro lo tenemos en un estudio realizado en Gran Bretaña por la asociación Deafness Research, en el cual han participado 1.000 muchachos a los que se preguntó por sus hábitos de escucha y sus conocimientos de audición. Los resultados han sido desalentadores ya que 4 de cada 10 jóvenes no saben que poner la música a todo volumen en su mp3 puede producir pérdida de audición, y tampoco son conscientes de los daños asociados a escuchar música alta.
Lo ideal es protegerse ante estos riesgos y ser precavidos. Sin embargo, no podemos obviar el hecho de que, inevitablemente, y por culpa del paso del tiempo, iremos perdiendo audición. Así que la mejor solución a la que podemos recurrir es al uso de audífonos.
Cierto es que cuando pensamos en estos productos tendemos a asociarlos a dispositivos aparatosos y antiestéticos que sobresalen de nuestro pabellón auditivo, dándonos un aspecto mucho más envejecido del real. Pero hoy en día, con los avances que ha habido a nivel tecnológico, disponemos de una gama tan amplia en cuanto a modelos, colores y prestaciones, que casi podríamos afirmar que existe un audífono ideal para cada individuo.

Hoy en día quien se pierde en una conversación y se siente excluido de la vida que le rodea es porque quiere. Con la variedad de audífonos y amplificadores de sonido que hay en el mercado, todos podemos recuperar la capacidad auditiva perdida con el tiempo y volver a integrarnos en el mundo del que nos hemos alejado. La solución es simple, pequeña, cómoda y discreta. ¿A qué esperas para volver a escuchar el mundo que te rodea?
También te puede interesar: Qué audífono elegir
No hay comentarios:
Publicar un comentario